Como la idea de ir a Roncesvalles era la de correr tranquilo, bueno hacer un rodaje un poquillo alegre, la semana pasada no modifiqué el plan y gracias a ello me cepillé la semana más dura del camino hacia Nueva York.
Me tocaban dos series de 3×4000 y 10×1000, además del rodaje tranquilo y del progresivo que iba a sustituir por carrera del domingo. Ya solo por las series, la semanita prometía, cumplí sin excesiva codicia terminándolas a 4.10 y 4.00, pero lo que yo no pensaba era que en una carrera en la que se bajan casi cuatrocientos metros podía ser tan dura.
La carrera es espectacular, discurre en su totalidad por lo que es la primera etapa del Camino de Santiago, siendo el 90 % por caminos y senderos, donde es difícil incluso adelantar (muchas veces solo es posible ir en fila de a uno y eso hace que al principio tuviéramos que parar en varias ocasiones). El paisaje es de postal, bosques cerrados en los que parece han apagado la luz que cuando se abren te dejan ver el relieve de los pirineos, cruce de puentes colgados en algún riachuelo, pasos por praderas que parecen verdaderas alfombras, buenos y boñigas como ensaimadas de tamaño king size …La organización muy buena, mucha gente para solo 1000 corredores y se notaba que lo hacen con cariño y bastante gente animando para estar perdidos en medio de la montaña, además de los peregrinos a los que les hicimos la puñeta.
Pero si tenemos que hablar de correr, la carrera es un rompepiernas también espectacular, lo que parece plano es un sube-baja constante, tiene cuatro subiditas que se las traen, una de ellas de poco más de un kilómetro en la que se salvan 130 metros de desnivel y donde el amigo con el que iba me pidió que parásemos y la hiciésemos andando (sabia decisión, porque los pocos que subieron corriendo nos sacaron cincuenta metros). Para mi lo más duro no fueron las subidas, al fin y al cabo según mi Fore “solo” subimos 300 metros, sino las bajadas por caminos, por escaleras, con piedras, agujeros y demás familia…he descubierto que no se bajar deprisa y como yo mucha gente porque al llegar veías cada estropicio de piernas, brazos e incluso algunas caras magulladas de las caídas.
Terminamos en 1:45, pero con sensación de que por mucho más que me hubiese esforzado no hubiese reducido ni tres minutos. Y yo además terminé con unos dolores en las piernas que hoy miércoles todavía persisten, más agujetas que cuando terminas un maratón.
Después de los 70 km de la semana 13 solo queda ésta un poco dura, con dos días de series, y después a bajar el ritmo que quedan cuatro.
Trece. Roncesvalles-Zubiri
octubre 10, 2012 por contrameta
¡Qué barbaridad de series y qué envidia de carrera campestre!
Cuando quieras/puedas te enseño a bajar, que es lo único que hago decentemente, jejeje.
A por NY y la 5ª avenida.
P.
Un par de semanas más y Nueva York.
Mucha suerte para Gorriti y Julián este sábado en Bilbao, que corren de noche la entera y la media. Que no se mojen mucho (por fuera)
El domingo hacemos los 10 km. de la Ciencia de Madrid, que es la excusa para comer juntos y planificar un poco el viaje.